El
movimiento es una característica que se ha tratado de emular tanto
en pintura, gráfica y escultura. Artistas como Calder se adentraron
en una experimentación del movimiento en los tres planos, dando como
resultado el arte cinético, que dotaba de un movimiento real a las
piezas, con lo que se pretendía acercar al espectador a la
experiencia estética desde una nueva frontera. Sin embargo las
variaciones en el movimiento de los artistas cinéticos de aquellos
años era limitada, ya que las piezas respondían a vaivenes
controlados o delimitados por un eje. Pero en 1990 Teo Jansen
experimentaría con movimientos mas orgánicos, que alejarían aún
más a sus creaciones del concepto tradicional de escultura y lo
acercarían, al menos un poco, al de creatura.
Jansen
crea vida artificial a la cual llama Stransbeests.
Para ello utiliza algoritmos genéticos, que fueron creados en los
70’s como una línea prometedora en la investigación de la
inteligencia artificial. Dichos algoritmos permiten la evolución de
un código a través de interacciones en sistemas complejos. Un
criterio determinado de aptitud es aplicado al algoritmo, éste
evalúa su desempeño y rechaza, admite o mezcla nuevos elementos
para su desarrollo.
A
partir de 1990 los algoritmos genéticos le permiten a Jansen obtener
las dimensiones necesarias de sus figuras, luego utiliza tubos
plásticos de conductos eléctricos para construir algunos de los más
prometedores diseños y posteriormente los suelta en la playa para
evaluar sus logros y continuar mejorándolos. Con el tiempo emergen
diseños complejos que caminan y aletean en la brisa, presionando
órganos que aparentan botellas plásticas de 2 litros. Jansen
asegura que nunca estudió el movimiento de insectos u otros animales
para realizar su creaciones, sin embargo el vaivén de sus
movimientos y la precisión de la distancia en que la pesuña
plástica se levanta en compases cíclicos hacen recordar lo orgánico
de los movimientos de un ser vivo.
Theo
Jansen no ve mucha diferencia entre un escritor, un científico o un
artista, describe su trabajo en la playa como el de un esquimal que
crea esculturas de hielo y piedra con sentido religioso; tienen
saberes científicos pero no saben lo que es una universidad, tampoco
saben lo que es un museo; Theo hace lo que le gusta sin importarle si
es arte o no, e incluso a dicho que: "las barreras entre el arte
y la ingeniería existen sólo en nuestra mente".
Actualmente
trabaja en un sistema con el que los Stransbeestd
pueden conducirse a sí mismos en la playa, caminar con el viento
hasta la orilla del mar, volver al suelo, girar un poco y luego tomar
el rumbo adecuado otra vez.
Jansen
hizo estudios de Física en la Universidad de Delft en 1968, los
cuales dejó en 1975 para convertirse en pintor. En 1981 desarrolló
una “Máquina de pintar” y a partir de 1990 comenzó a desarrolar
los Animaris
(animales de playa, predecesores de los Stransbeests),
dedicándose en adelante a diseñar lo que él llama una "Nueva
naturaleza".
En
2005 expuso una de sus creaciones en Art
Futura en España, y en 2012 las
llevo a Tecnópolis
en Argentina. Para ver más de sus obras en movimiento o comprar una
miniatura impresa en 3D de sus obras visiten
http://www.strandbeest.com/
Articulo publicado el 24 de marzo del 2015 en Fantástico Cotidiano.