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jueves, 23 de abril de 2015

Theo Jansen. Ingeniería, evolución y arte.


El movimiento es una característica que se ha tratado de emular tanto en pintura, gráfica y escultura. Artistas como Calder se adentraron en una experimentación del movimiento en los tres planos, dando como resultado el arte cinético, que dotaba de un movimiento real a las piezas, con lo que se pretendía acercar al espectador a la experiencia estética desde una nueva frontera. Sin embargo las variaciones en el movimiento de los artistas cinéticos de aquellos años era limitada, ya que las piezas respondían a vaivenes controlados o delimitados por un eje. Pero en 1990 Teo Jansen experimentaría con movimientos mas orgánicos, que alejarían aún más a sus creaciones del concepto tradicional de escultura y lo acercarían, al menos un poco, al de creatura.
 
 

Jansen crea vida artificial a la cual llama Stransbeests. Para ello utiliza algoritmos genéticos, que fueron creados en los 70’s como una línea prometedora en la investigación de la inteligencia artificial. Dichos algoritmos permiten la evolución de un código a través de interacciones en sistemas complejos. Un criterio determinado de aptitud es aplicado al algoritmo, éste evalúa su desempeño y rechaza, admite o mezcla nuevos elementos para su desarrollo.
 


A partir de 1990 los algoritmos genéticos le permiten a Jansen obtener las dimensiones necesarias de sus figuras, luego utiliza tubos plásticos de conductos eléctricos para construir algunos de los más prometedores diseños y posteriormente los suelta en la playa para evaluar sus logros y continuar mejorándolos. Con el tiempo emergen diseños complejos que caminan y aletean en la brisa, presionando órganos que aparentan botellas plásticas de 2 litros. Jansen asegura que nunca estudió el movimiento de insectos u otros animales para realizar su creaciones, sin embargo el vaivén de sus movimientos y la precisión de la distancia en que la pesuña plástica se levanta en compases cíclicos hacen recordar lo orgánico de los movimientos de un ser vivo.

 
 
Theo Jansen no ve mucha diferencia entre un escritor, un científico o un artista, describe su trabajo en la playa como el de un esquimal que crea esculturas de hielo y piedra con sentido religioso; tienen saberes científicos pero no saben lo que es una universidad, tampoco saben lo que es un museo; Theo hace lo que le gusta sin importarle si es arte o no, e incluso a dicho que: "las barreras entre el arte y la ingeniería existen sólo en nuestra mente".

 
 
Actualmente trabaja en un sistema con el que los Stransbeestd pueden conducirse a sí mismos en la playa, caminar con el viento hasta la orilla del mar, volver al suelo, girar un poco y luego tomar el rumbo adecuado otra vez.
 

Jansen hizo estudios de Física en la Universidad de Delft en 1968, los cuales dejó en 1975 para convertirse en pintor. En 1981 desarrolló una “Máquina de pintar” y a partir de 1990 comenzó a desarrolar los Animaris (animales de playa, predecesores de los Stransbeests), dedicándose en adelante a diseñar lo que él llama una "Nueva naturaleza".
 


En 2005 expuso una de sus creaciones en Art Futura en España, y en 2012 las llevo a Tecnópolis en Argentina. Para ver más de sus obras en movimiento o comprar una miniatura impresa en 3D de sus obras visiten http://www.strandbeest.com/
 
 
 
 
Articulo publicado el 24 de marzo del 2015 en Fantástico Cotidiano.

jueves, 2 de abril de 2015

FLUIDIC, interacción entre arte y tecnología.

Artistas de todos los tiempos han tratado de transmitirle al espectador la sensación de movimiento, primero valiéndose de trazos gestuales y rápidos y después a través de móviles o efectos ópticos, sin embargo actualmente la tecnología le ha abierto a los artistas una nueva gama de herramientas que puede usar para crear sus fantasías. Para el estudio de diseño alemán WHITEvoid eso significó utilizar más de 12 mil esferas de luz, más de 4 mil cuerdas de suspensión que fueran sensibles al movimiento externo y 8 láseres de luz capaces de interactuar por sí mismos con su entorno, creando una instalación donde no solo el espectador pudiese interactuar con la pieza si no que ésta reaccionase a dicha interacción.


Los creadores se inspiraron en la parte más pequeña de una sustancia química: la molécula; una molécula es el conjunto de al menos dos átomos enlazados que forman un sistema estable y eléctricamente neutro, ésta puede interactuar con otras moléculas y realizar enlaces con ellas, de esta forma la química supramolecular logra explicar las propiedades físicas de los elementos formados por moléculas específicas; así mismo, Fluidic, pretendía localizar el movimiento de los asistentes, interpretarlo y realizar una descripción con luz de éste, creando una vívida experiencia en quien interactuara con la obra.


Fluidic fue realizado en 2013 con el apoyo de la empresa automotriz Hyundai, quien se encargo del patrocinio económico y tecnológico. Anteriormente en 2010, White Void, presentó "The Wave" en la feria "Internacional 100% Design" de Londres, logrando el galardón ‘Xaver 2011’, en la categoría de Best Expo Project en Zurich. The Wave consistía en más de 15 metros lineales de luz en movimiento, formada por 40 luces azules suspendidas del techo conectadas a motores internos, éstas se movían sincronizadamente en cuanto percibían presencia en su parte inferior, simulando el movimiento de una ola y creando una atmósfera única.


Para ver la pieza Fluidic pueden entrar a https://www.youtube.com/watch?v=yQ3vqfdITo
Y para conocer más acerca del estudio alemán de diseño White Vid visiten





Texto publicado en http://fantasticocotidiano.com/fluidic/ el 02 de Abril del 2015.