Búsqueda especifica

viernes, 21 de marzo de 2014

El estudio pictórico



En música un estudio se refiere a un ejercicio especifico de digitalización, esto se refiere a la forma en que el interprete tiene que controlar y manipular manos y dedos en el instrumento para lograr el conjunto de notas especifico que requiere una pieza, en el tiempo y lugar adecuados. Puesto que existen variantes de digitación para una misma nota, el “estudio” pretende entender la forma específica en que estas notas pueden ser tocadas de la forma más limpia y rápida posible para que al interpretar la pieza en cuestión el interprete obtenga la variante de digitación que a la pieza más convenga logrando la combinación de sonidos que producirá una pieza excepcional.


De la misma forma un “estudio” pictórico debería referirse a la búsqueda de la variante de técnicas y componentes que más convenga a una pieza para lograr en ella el conjunto de elementos específicos que requiere la idea que se pretende plasmar; estas variantes pueden ser reunidas en una serie y su número corresponderá al número de soluciones encontradas por el artista para expresar con un solo tema una propuesta estética. Ahora bien, tanto en música como en pintura existen estudios de una excelente calidad que sobrepasan la mera practica convirtiéndose en obras por si mismos, sin embargo cada una de las variantes encontradas contiene en sí misma una importancia única y especifica ya que con cada estudio el artista se acerca un poco más a la comprensión de su técnica y tema.


Ahora bien, la importancia de realizar estos estudios dentro de la pintura abstracta radica en que al observar un cuadro de este tipo a primera vista, no es frecuente poder intuir los elementos pictóricos que la componen, dejando al espectador común sin un parámetro que le permita una lectura consiente de la pieza. Debido a las convenciones visuales, la pintura figurativa se presta mucho mas a esta lectura consiente ya que estamos más acostumbrados a la asimilación de este tipo de imágenes y traducimos de forma casi intuitiva los elementos como la luz, profundidad, atmosfera, espacio y enfoque por poner solo algunos ejemplos.


Sin embargo dentro de la pintura no figurativa el nivel de conciencia de estos elementos debe incrementarse para poder observarlos y entenderlos dentro de la pieza; la profundidad, luz y espacio que interactúan con las formas o colores que la componen pueden ser resueltos con variantes que no son comparables con el lenguaje figurativo permitiendo que sus “estudios” se desplacen a campos más amplios de interacción entre los elementos y con ello se pueda lograr la asimilación por parte del artista de un lenguaje propio que lo ayude a recabar los elementos que a su parecer son los más importantes dentro de su propuesta plástica.